Es común encontrar que algunas personas buscan ayuda financiera debido a que se encuentran endeudados y no saben cómo salir de esta situación; por lo cual, a continuación presentamos una serie de consejos que te ayudarán a salir del aprieto financiero, de tal forma que puedas priorizar el pago de tus deudas.
Deudas garantizadas
Si debemos fijar una primera prioridad, estas serían las deudas garantizadas, las cuales son aquellas en las que una entidad financiera nos presta el dinero a cambio de que un bien o propiedad quede como garantía, hasta tanto se cancele el 100% de la deuda. Entre las obligaciones más comunes encontramos los créditos hipotecarios y los automotrices.
Deudas no aseguradas
Por otro lado, están las deudas no aseguradas, las cuales tienen un riesgo mayor para quien presta el dinero. Ya que no hay una garantía y por lo mismo los intereses son mucho más altos.
En esta categoría se encuentran las tarjetas de crédito y los créditos de consumo. Al no pagar este tipo de deudas nos veremos obligados a pagar altos intereses. Los cuales en muchos casos puede llegar a superar el 20% o 30% anual.
Deudas prioritarias
Son las deudas en donde agrupamos los servicios públicos; si bien cada entidad tiene sus propias sanciones por el no pago, en general suspenden el servicio, además del cobro de intereses por mora.
¿Y ahora qué hacemos?
Luego de que hemos identificado cuales son nuestras deudas prioritarias y de tener un panorama más claro de nuestra situación financiera, debemos comenzar a priorizar el pago de las deudas. Es decir, comenzar a pagar.
Para esto, lo mejor es acercarnos a cada una de las instituciones donde tenemos algún vínculo financiero y manifestar nuestra intención de cancelar nuestra deuda, esto ayudará a minimizar los intereses y acceder a negociaciones.
Otra opción que tenemos es solicitar la compra de cartera, la cual consiste en dejar todas las deudas en una misma institución, con tasas que pueden ser más favorables. Esto nos permite lograr un orden y cumplir con los compromisos pactados en la fecha acordada, evitando morosidades que puedan afectar nuestro historial crediticio.
Es de vital importancia apretarnos el cinturón y evitar los gastos innecesarios. No debemos pagar más del 30% de nuestros ingresos en deudas, ya que de lo contrario, nos volveremos a enfrentar al sobreendeudamiento.
Y finalmente debemos entender que el proceso de salir de nuestras deudas no será de la noche a la mañana, sino que será un largo camino donde debemos ser ordenados y rigurosos.
Es clave no olvidar ni atrasarnos nuevamente en los compromisos de pago y siempre priorizar el pago de nuestras deudas, ya que difícilmente las instituciones nos volverán a dar una segunda oportunidad.
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